HAZ EJERCICIO
Haz cosas que te apetezcan y que te hagan sentir mejor. Por ejemplo, con un masaje relajante o con una ducha caliente los nervios de tu piel liberarán endorfinas; come algo que te apetezca, pasea por la playa, por el parque, toma el sol, si tienes mascota llévala contigo, mira una película, empieza una buena lectura.
Ríe y sonríe, y si no encuentras ningún motivo para reír, apúntate a talleres de risoterapia: reír es, sin duda, uno de los factores que más incrementa nuestros niveles de endorfinas. La risa hace que tu ánimo aumente y tengas una perspectiva de la vida más sencilla, sin agobiarte por problemas o situaciones desagradables.